miércoles, 12 de octubre de 2016

RESEÑA: Tú, simplemente tú

El otro día pasé por la biblioteca de mi pueblo a devolver una guía de viajes y, aunque no tenía pensado llevarme ningún libro, caí en la tentación de Moccia. Hacía mucho tiempo que no me leía nada romanticón y empalagoso, así que podía permitirme el atracón de amor sin sufrir un empacho. ¡Vamos a por la reseña!




DATOS DEL LIBRO
  • Título: Tú, simplemente tú
  • Autor: Federico Moccia
  • Editorial: Planeta
  • 352 páginas


SINOPSIS

Triste, solo y abatido, Nicco decide que no es momento de perder la esperanza y que tiene que ir en busca de sus sueños, así que convence a Gio para que le acompañe a España, en busca de María. Juntos, recorrerán el país en busca de aquella que le ha cambiado para siempre. ¿Podrá Nicco encontrar a la chica de sus sueños? ¿En qué ciudad estará?

¿QUÉ ME HA PARECIDO EL LIBRO?

Como os digo, lo cogí a sabiendas de que sudaría purpurina y arcoíris según empezara a leer, y no me ha defraudado. En su día me leí Perdona si te llamo amor, Perdona pero quiero casarme contigo, A tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti y, en mi opinión, este libro está peor que estos anteriores.

Es entretenido, se lee rápido y me ha venido muy bien para mis viajes en Cercanías, pero no es ningún obrón. Me ha gustado mucho que parte de la novela estuviera ambientada en Madrid, porque es curioso ver tu ciudad a través de los ojos de un hipotético chico italiano de 23 años.

A la trama amorosa hay que sumarle dramatismo porque el chaval se ha quedado sin padre recientemente.

Confieso que de todo el libro, para mí, lo más increíble de todo es que diga "la estación ha sido remodelada hace poco, está muy cuidada y todo funciona a la perfección" refiriéndose a Atocha. Cuando leí eso la novela pasó de romántica a ciencia ficción en un momento.

¡Atención! A partir de aquí contiene spoilers

La primera parte de la reseña era para todos los públicos. Esta parte, solo te la dedico a ti, que ya te lo has leído o que te importa un pimiento que te desvele algo de Tú, simplemente tú.

Como comentaba anteriormente, este no es el primer libro de Federico Moccia que me leo y, sinceramente, me gustaron más los otros. Tal vez porque eran la novedad, o tal vez porque era más joven, quién sabe.

La trama de esta novela no es especialmente elaborada. Los chiquillos pierden la cabeza y vienen a Madrid a encontrar a una chica con la que se lió uno de ellos en vacaciones, así, a lo loco, sin tener ni su teléfono ni su facebook (que ahora se lleva más que pedir el teléfono). El  portero del hotel donde se alojó la chica en Italia les da una dirección falsa tras haber sido sobornado, y cuando van a esa casa, ¡sorpresa! Ahí no vive ninguna María. Claro, era de esperar, aún quedaban 200 páginas del libro.

Aún así, en esa casa vive una pareja de gays súper amables y uno de ellos encima es italiano. ¡Qué casualidad! Nicco y Gio se van desconsolados, pero tienen tanta suerte que María López (toma topicazo, al menos no era Pérez) es modelo, la ven en un anuncio de moda, vuelven a encontrarse a los gays que justo trabajan en ese mundillo y al final, les ponen en contacto con Elena, de una agencia que hacen spot publicitarios y contratan a las muchachas bonitas como María. ¡Uf! Qué de casualidades, ¿verdad?

Ahora entra en juego el personaje más desconcertante de toda la historia: Elena. Una súper chica que se come el mundo en una agencia de publicidad donde puede meter en los gastos de la empresa hoteles encantadores, transporte y dietas para ella y para dos extraños que acaba de conocer y a los que lleva por Madrid, Hondarribia y Véjer de la Frontera. WTF.

Continúo y concluyo, que no me quiero alargar más. La historia, obviamente, acaba bien, con María y Nicco juntos y enamorados, al menos algunos días más, porque deja el final un tanto abierto. Me hubiera gustado que la historia fuera diferente, que no hubieran acabado juntos y que, sin embargo, hubiera florecido y dado más importancia al romance entre Gio y Elena. Hubiera sido un puntazo, y me hubiera resultado un libro más original. 

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